domingo, 15 de diciembre de 2013

TO THE WONDER

Terrens Malick es un director que construye sus películas a partir de los silencios. Éstos construyen y reconstruyen las vivencias de los personajes creando laberintos en los que el espectador se va adentrando poco a poco en vidas tan asoladas por el sufrimiento y la desgracia como las propias. Tal vez por eso mismo, el cine de Malick, sea un cine para existencialistas y nihilistas. Aunque con sus imágenes poéticas crea una realidad más vívida que la que nos rodea, porque en su mirada desprotegida de mentiras y espejismos vacuos. Los personajes y nosotros mismos nos vemos reflejados en la crudeza de una vida mecida por los fríos vientos del destino, que de forma inescrutable y muchas veces cruel nos aleja de las costas donde la bonanza y la felicidad se despiden de nosotros sin que podamos hacer nada para cambiarlo. To the Wonder, es una película cargada de plasticidad, de sentimientos y de profundas cargas de esperanza, porque siempre debemos pensar que aunque la felicidad sea esquiva con nosotros si persistimos tarde o temprano daremos con ella, y la podremos disfrutar aunque sólo sea algunos segundos; unos segundos que atesoraremos como lo más preciado que nos ha ocurrido. Algo parecido sucede con las películas de Malick, te atrapan, y se enquistan en tu cerebro como un alma penitente, que viene a ti una y otra vez para recordarte lo insignificante que somos en este mundo en el que nos ha tocado vivir.

Terrens Malick es un director que construye sus películas a partir de los silencios. Éstos construyen y reconstruyen las vivencias de los personajes creando laberintos en los que el espectador se va adentrando poco a poco en vidas tan asoladas por el sufrimiento y la desgracia como las propias. Tal vez por eso mismo, el cine de Malick, sea un cine para existencialistas y nihilistas. Aunque con sus imágenes poéticas crea una realidad más vívida que la que nos rodea, porque en su mirada desprotegida de mentiras y espejismos vacuos. Los personajes y nosotros mismos nos vemos reflejados en la crudeza de una vida mecida por los fríos vientos del destino, que de forma inescrutable y muchas veces cruel nos aleja de las costas donde la bonanza y la felicidad se despiden de nosotros sin que podamos hacer nada para cambiarlo. To the Wonder, es una película cargada de plasticidad, de sentimientos y de profundas cargas de esperanza, porque siempre debemos pensar que aunque la felicidad sea esquiva con nosotros si persistimos tarde o temprano daremos con ella, y la podremos disfrutar aunque sólo sea algunos segundos; unos segundos que atesoraremos como lo más preciado que nos ha ocurrido. Algo parecido sucede con las películas de Malick, te atrapan, y se enquistan en tu cerebro como un alma penitente, que viene a ti una y otra vez para recordarte lo insignificante que somos en este mundo en el que nos ha tocado vivir.